Descender desde la capital del departamento de Santander, Bucaramanga, en viaje hacia la costa, se disfruta de un paisaje ensoñador porque al observar el filo de la montaña se ven vías que se construyeron por entre las rocas y éstas al sufrir quebranto arrojaron fuentes cristalinas que descienden de tal manera que por su calidad de agua pura, perfectamente podría recogerse y comercializarse.
Todavía existen en su extenso territorio bosques centenarios, a los cuales no es fácil entrar por el temor de los animales que los ocupan o porque preste dificultad la salida debido a que sin conocedor del entorno puede traer tropiezos.
Su clima es variado, pues tiene regiones montañosas frías y va descendiendo hasta las calurosas Riberas del Magdalena, en donde nos queda la inquietud de si Puerto Oculto lo es, o la distancia nos hace sentirlo.
Recuerdos, añoranzas de alemanes, de nativos y de intrépidos colonos quedan en la memoria de sus habitantes, que en el relato se tornan en fotógrafos de épocas pasadas, con las características de lo que fuimos los colombianos, religiosos, violentos y defensores de principios. Por ello siguiendo nuestro deambular por el Departamento de manera coloquial, invitamos a que nos acompañen próximamente a deambular por ese territorio, que para señalar su extensión basta decir, que con buen vehículo se puede ir desde Bucaramanga a la Musanda en siete horas para degustar la pesca!
Bienvenidos a Tierra Cafetera de Santander
El Valle de los Cañaverales de Santa Bárbara fue descubierto por Antonio Lebrija en una de sus travesías por el río que lleva su nombre, cuando por curiosidad decidió buscar el origen de una vertiente que mostraba aguas de color oscuro pero con gran transparencia, así fue como encontró un extenso valle cubierto de cañaduzales y habitados por alguna de las tribus Guanes.
Años después, comenzó a ser poblado por viajeros que enseñaron a los aborígenes a adecuar la tierra para la actividad agrícola que siglos después los llevó a convertirse en productores de tabaco, caña panelera, cacao y café, obteniendo el titulo de Capital Cafetera del Departamento de Santander.
Rionegro fue fundado el 5 de Mayo de 1805, por José Gutiérrez Calderón, Enrique Puyana, Juan Andrés Ortíz y los hermanos José y Facundo Mutis. Recibiendo el nombre de Santa Bárbara de Rionegro.
De ser una pequeña población de 2165 habitantes en 1843, este distrito parroquial experimentó un ascenso demográfico extraordinario durante la segunda mitad del siglo XIX, de sus 4013 habitantes en 1851, saltó a 17608 en 1896, convirtiéndose en el segundo municipio más poblado en el Departamento de Santander, solo superado por Bucaramanga.
Al poco tiempo por influencia de la iglesia católica es llamado Rionegro de la Inmaculada Concepción y años más tarde se le conocería con el nombre de Municipio de Rionegro.
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