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jueves, 19 de marzo de 2009

Charalá en la Música

Pedro Nel Martínez (grafica)
El conocimiento musical tiene fundamentos en la confluencia de los ríosTáquiza y Pienta de nativos y unos pocos españoles de la expedición de Martín Galeano. No es difícil intuir que la influencia musical proviene directamente de España con enseñanzas a las gentes que habitaban el lugar y por eso fue recibiendo aprecio entre ellos, especialmente el tiple la bandola y algunos pocos requintos dispersos en las veredas que alegraban veladas en casas amplias que tenían corredores cubiertos por maderas cortadas en las cercanías de ellas.



Las labores agrícolas que fueron la fuente de la economía permitían pasar las veladas con las interpretaciones de piezas musicales que se repetían indefinidamente con la satisfacción y algazara de quienes participaban en las divertidas reuniones de baile acompañado con el consumo de bebidas espirituosas, en donde la expresión femenina tomaba importancia y la valentía y el trabajo recibía reconocimiento. Por ello hacer síntesis de los artistas es imposible ya que el pasado los sumió en el olvido. Solamente quedó una visión de acceder a conocimiento musical especialmente con corrientes artísticas que fueron invadiendo la comarca y fue así como allá en el recuerdo las gentes tenían la participación de las hermanitas Olarte y su conjunto con relevancia porque se decía que habían participado en veladas con artistas argentinos a donde tuvieron invitación.

Luego deviene la importancia de los cobres y por ello la creación de Banda Municipal que fue constituyendo una escuela de notas para interpretar obras de músicos del siglo XIX y XX que en partituras repartía un director para celebrar fiestas y con cuyo fin los vecinos reunían dineros para pagarles algo a los intérpretes. Mas tarde, surgieron jóvenes con vena musical que con la esperanza de ser directores de banda acudieron a la capital de la República para recibir clases de música con brillante desempeño. Sin embargo todo permanece en el ambiente regional hasta tanto surgió una figura de la interpretación del tiple en principio regional y luego internacional con el nombre de Pedro Nel Martínez Poveda. A partir de ese momento surgieron conjuntos musicales duetos orquestas y ya con ancestro charaleño, compositores.

Acaso no sea este espacio el que permita señalar los numerosos artistas en el campo musical pero sí decir que con y sin pentagrama el arte charaleño traspasa las fronteras de Colombia. Volver a Inicio >

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martes, 20 de enero de 2009

Charalá turístico

En esta grafica, en primer plano está la casa de la Cultura de Charalá, donde se encuentra un rico documental histórico

Actualmente el hombre tiene como meta trabajar y por ello se presentan circunstancias que han permitido afirmar que el turismo se constituyó en una industria dado que los porcentajes per capita que se destina la tranquilidad y los ambientes diferentes para la recreación va aumentando cada día, dentro de las entradas de cada familia. Al referirnos en este tópico y avanzando con esa pequeña población, Charalá está enmarcada por los ríos Táquiza y Pienta, llena de leyendas. No es exagerado indicar que acudir a ella constituye una motivación, diferente porque si bien, no tiene una infraestructura hotelera, si hay personas hospitalarias que permiten permanecer varios días disfrutando de los atractivos entre los cuales podemos enunciar:

AGUAS



Pocas población pueden darse el lujo que la contaminación de aguas aún no han llegado a sus límites. El río Pienta con sus aguas oscuras por naturaleza, recorre las praderas y recibe vertientes que provienen de Ture lugar cercano a Boyacá con el río Negro y su afluente, que corren unas veces raudo, otras veces apacible formando balnearios respecto de los cuales es necesario advertir el riesgo, aún a los buenos nadadores que no pueden confiar en los lechos. De cada colina desciende una quebrada de aguas cristalinas que cada uno de los habitantes bautiza porque nzcan y mueran en su propiedad o avancen en busca del océano. Probablemente ningún cartógrafo, los ha ubicado en sus registros, pero se pueden mencionar las quebradas, Carpintera La Laja, Las Pilas la Sanguina, La Potrera, La Grima o por sus tradiciones como la del Gallo, con el lugar junto a él para degustar peces, que allí mismo se pescan previas instrucciones para hacerlo. La piscina recibe las aguas de la Potrera y el Táquiza con sus rápidos lleva al Fonce el canotaje.

El panorama de Santander es atractivo en todos sus aspectos como puede observar desde un punto que permita seguir las cordilleras, que se levantan enhiestas o permiten ver la profundidad de los cañones y los hilos de agua que se dirige al mar entre los verdes bosques y los múltiples cultivos; las diversas legumbres que pueden alimentar la dieta de los más exigentes en variedad, frutas que en oportunidades no van del comercio por la distancia de los extensos parajes, también de maderas que sin controlar se explotan, quedando la agricultura en un nivel de autosuficiencia para quien cultiva la tierra y no tiene mayor intención que alimentarse al igual que su familia.

Lo que en otra época fuera importante, hoy dejó de serlo, ya el río Magdalena y numerosos ríos carecen de itinerarios de navegación y en realidad no cargan múltiples productos que bien podría ir como van algunos, a mercados extranjeros. Volver a Inicio >

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